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Complejo Asistencial Clínica Santa Teresita (CACSTAC)

Nuestra Historia

El Complejo Asistencial Clínica Santa Teresita (CACSTAC), fue fundada por el jesuita P. Luis Verplancken para continuar con los proyectos de mejoría de las condiciones de vida de los pueblos originarios Rarámuri.  Su proyecto está orientado a mejorar la salud, la educación, la cultura y el entorno. En nuestro logo adoptamos la frase rarámuri: Gawi Tibusa, que significa: “Cuidando el mundo”.

Particularmente preocupado por la enorme mortalidad infantil –que en ese momento llegaba al 75% entre los niños menores a 5 años y se debía fundamentalmente a desnutrición, enfermedades infecciosas fácilmente curables y a la carencia de servicios médicos elementales- el P. Verplancken estableció en 1964 un pequeño local de emergencia para niños gravemente desnutridos o enfermos que eran atendidos por mujeres voluntarias de Creel. 

Ya desde 1963, en Sisoguichi, había empezado a conseguir y repartir alimento, como una forma de paliar el hambre causada por las  malas cosechas -debidas a sequías o heladas- y, al mismo tiempo, para arreglar caminos, templos, cementerios, etc. Este proyecto fue creciendo e institucionalizándose de forma natural a lo largo de 55 años.

La preocupación por el agua potable le llevó desde los años 1970-71 a promover las obras para traer agua potable a Creel desde el río de Bocoyna (a 15 kilómetros de distancia); también organizó y apoyó -con alimentos a cambio de trabajo- la construcción de la presa hoy llamada Laguna de Arareco.  Aunque el programa de dotación de agua potable toma impulso en el año 2000, ya desde 1992 el problema de la escasez de agua limpia, siquiera para beber, en las comunidades más pequeñas, le impulsó a localizar y perforar algunos pozos.

Ante la imposibilidad que tenían los Rarámuri hace 45 años de acceder a la educación primaria, el P. Verplancken construyó equipó e hizo funcionar dos escuelas, una en Gonogochi en 1968 y otra en Rejogochi en 1973; ambas situadas en una zona Tarahumara de pobreza extrema. La primera llegó a tener más de 100 niños internos y se entregó al ejido hace 15 años.

Para promover la artesanía como una fuente alternativa de recursos para las familias Rarámuri, especialmente para las mujeres, y también ayudar al sostenimiento de la clínica, en 1972 estableció una tienda de intercambio/venta de artesanías.

Un último logro del P. Luís fue la construcción e inauguración -en el año 2003- de un museo que conserva un conjunto de 45 pinturas de los siglos XVII y XVIII de la Iglesia de Los Cinco Señores de Cusárare y otras misiones jesuitas o franciscanas de la Tarahumara.

En su labor como párroco y por sus visitas a diversos templos de la misión, las encontró arrumbadas o parcialmente destruidas y se interesó en su rescate y restauración. De 1993 a 2002 un grupo de restauradores checoeslovacos se encargó del trabajo. Algo muy importante es que el museo se construyó en el mismo poblado de Cusárare y es atendido directamente por indígenas de esa comunidad.

— Misión

En CACSTAC tenemos como misión el cuidar, apoyar y promover el bienestar integral de los habitantes de la sierra Tarahumara sobre todo de los más necesitados y vulnerables. 

Por más de 55 años, por su situación crítica, nuestro servicio se ha enfocado a la comunidad Rarámuri o Tarahumara, y dentro de ella la niñez.  Nuestro servicio no excluye a persona alguna con absoluto respeto a sus costumbres y tradiciones.  Somos una Institución SIN FINES DE LUCRO.

Procuramos cuidar y promover su dignidad, libertad, respeto por el medio ambiente, cultura y vida. Nuestros proyectos van orientados al mejoramiento de la salud, alimentación, educación, la protección y aprovechamiento del medio ambiente y la difusión de las manifestaciones culturales y artesanales.

— Visión

Logramos -en colaboración con las comunidades de la sierra Tarahumara, especialmente los Rarámuri-, el establecimiento de condiciones de vida mejores y más justas, haciendo asequibles a la población servicios, apoyo, formación y ayuda indispensables o urgentes en salud, alimentación, educación y cultura.

Participamos en un desarrollo armónico del entorno global; involucramos en nuestros procesos y servicios a la misma población atendida, respetando su autonomía y sus formas tradicionales de vida e incluyéndolos en el diseño y realización de nuestras actividades.

Para ello hemos conjugado y potenciado el trabajo, la experiencia y la entrega de nuestro personal, la confianza de los Rarámuri, el apoyo fiel de un muy diverso grupo de benefactores y la tecnología más adecuada para nuestras necesidades y situación de que se puede disponer.

— Metas

  • Mantener y mejorar los servicios de salud y educación que proporcionamos a los Rarámuri y ponerlos a disposición de más personas.
  • Promover en las comunidades programas de prevención y atención a la salud de la niñez. Promover una mayor conciencia de las causas, los síntomas, peligros y remedios de las enfermedades, de la necesidad de proteger el agua y mejorar su calidad o de proteger y restablecer el bosque o las tierras y sistemas de cultivo.
  • Ampliar y diversificar nuestro programa de dotación de agua y nuestra capacidad de perforación de pozos.
  • Dar mayor seguimiento a nuestros programas de apoyo alimentario tanto en las formas de reparto como en cuanto a la pertinencia y efectividad de los trabajos comunitarios que se realizan.
  • Mantener abierta una opción de educación primaria intercultural totalmente dedicada a los Rarámuri y gratuita, que incluye el apoyo con comidas, útiles escolares, ropa y medicina.
  • Seguir dando a conocer la situación y la cultura de los Rarámuri.
  • Mantener la formación constante de nuestros maestros de primaria Rarámuri